Araceli González se quebró hasta las lágrimas al hablar de Adrián Suar: “Lo amé con toda mi alma y tuve que soltar”

Araceli González habló de Adrián Suar en La noche de Mirtha y se quebró emocionalmente. Mirtha Legrad, que al principio la descolocó con una pregunta sobre por qué llevaba tantos años sin ir a sus mesazas, le consultó por su expareja.

“¿Cómo estás con Suar?”, le preguntó y antes de que le conteste, sumó: “¡Esta es la pregunta!”. “Con Adrián, te lo digo con mucha tristeza, no me llevo, pero no por una elección mía”, arrancó González.

Y siguió: “Hay veces que las partes eligen que sean así los vínculos cuando se terminan. Yo he tenido un primer matrimonio con el papá de Flor (Torrente), que siempre divorciarse no es fácil, que fue un momento muy difícil, y con el tiempo hubo un regreso de agradecimiento por cómo había criado a su hija. En los 15 años de Flor, donde me habló y me agradeció. Te equivocaste vos, me equivoqué yo, pero conciliamos”.

“Pero a veces no se puede, yo sé que Adrián es un hombre muy poderoso en la televisión, a veces te rodea muchísima gente, y a veces no es todo lo bueno lo que te rodea, entonces eso es muy difícil dosificar con quien te quedas y con quién no. Y yo creo que fui la no elegida. Así…cuando dosificas, yo fui la no elegida”, subrayó.

Más allá de eso, sorprendió: “Voy a hablar muy bien del padre de mi hijo (Toto Kirzner), es muy talentoso, un hombre que apostó y cambió la televisión argentina, y yo siempre le hablé a Toto, y le decía: ‘Vos no tenés conciencia de lo que fue tu papá en un momento’”.

“Y a veces Toto, cuando surge lo que surge, que hablan de nosotros como pareja icónica, emblemática de la televisión, que se enamoraron en una novela y después en la vida, yo le decía: ‘Toto, cuando vos naciste, parecía que nacía el Príncipe Carlos’. Porque hay que contarle la parte linda de esta historia”, subrayó sobre las charlas con su hijo.

Renovada, admitió que ella dio vuelta la página luego de un gran esfuerzo: “Yo solté. Trabajé mucho soltar. Es un hombre que amé con toda mi alma y tuve que soltar”. Mirtha Le preguntó si sufrió, y tardó en contestarle por la emoción. “Perdón”, atinó a decir, ante es sollozar. “Perdón, no quería llorar”.

Todos buscaron consolarla, y luego de respirar profundo, sumó: “Me hace mal ver sufrir a mi hijo ante estas situaciones. Muchas veces, el rol de las madres, es proteger a nuestros hijos, y que me dediqué a proteger a mis hijos y a defender lo que tenía que defender por detrás de las cámaras, nunca me interesó hacer prensa con esto. Yo quiero que mi hijo esté feliz”.