Desidia, negligencia y precarización: La responsabilidad empresaria en la explosión de Logischem

Extrabajadores relatan que la patronal no cumplía con las normas de seguridad e higiene.

SociedadHace 3 horasTELEDIARIO.arTELEDIARIO.ar
Incendio del depósito de la empresa Logischem.
Incendio del depósito de la empresa Logischem.

El incendio del depósito de la empresa Logischem, el pasado viernes 14, sigue dando que hablar respecto a las responsabilidades por el hecho, que dejaron un tendal de varios heridos, la contaminación de la región circundante y pusieron en peligro la vida de decenas de trabajadores. Declaraciones de extrabajadores de la planta dan cuenta de una negligencia y desidia constante de la patronal y del no cumplimiento de las normas de seguridad e higiene, junto a un aumento de la precarización y laboral y el abaratamiento de “costos” como las principales razones de la explosión.

A partir de algunas declaraciones de extrabajadores de la planta se pudo reconstruir que la empresa almacenaba todo tipo de materiales y compuestos químicos, de distintas naturaleza y características (explosivos, volátiles, corrosivos, alimenticios, ácidos, etc.) sin seguir ningún criterio o normas de seguridad e higiene adecuados, en depósitos de los cuales la mitad de ellos siquiera contaba con los sistemas de seguridad y de respuesta ante eventuales accidentes y/o incendios.

Según revelaron algunas fuentes periodísticas, uno de los extrabajadores entrevistados acusa que en los depósitos de Logischem se almacenaban materiales con alta volatilidad y emanación de vapores junto a otras sustancias altamente reactivas, como el peróxido, aumentando las probabilidades de un desencadenamiento desastroso y una reacción en cadena como la que culminó con la explosión y el incendio que se propagó a otras plantas del Polígono Industrial de Ezeiza, entre ellas Iron Mountain, Larroca Minera, Almacén de Frío, Aditivos Alimentarios y Sinteplast.

Los trabajadores, que pudieron salvar su vida de casualidad debido a que no se encontraban realizando tareas en el lugar donde se produjo la explosión, denuncian que la patronal viene de un proceso de precarización y tercerización laboral, retirando trabajadores experimentados y con la capacitación y categorías correspondientes por personal eventual y/o tercerizado, que ingresa a la planta con una “capacitación ligera” e indicaciones que incluso la patronal desconoce.

“Tenían todo mezclado, tenías alimenticio, ácidos, inflamables, tóxicos, todo mezclado en todos los galpones. En el mismo lugar donde tenías alimenticio, tenías pesticidas con inflamables, tenías elementos fuera de los galpones, al aire libre, que no deberían superar los 15 grados y lo tenías al rayo del sol. Una negligencia total, todo habilitado”, señala un extrabajador.

“Lo único que le explicaban a él era 'los pescaditos tachados por acá y los de la calavera por allá' (respecto a los productos que no deben desecharse en el agua y los venenosos). No tienen capacitación, no tienen seguridad e higiene”, explicó la madre de otro extrabajador de la empresa.

Estamos ante una explosión que pudo haberse evitado de adoptarse las medidas de seguridad e higiene correspondientes y los cuidados  y precauciones que son propias del almacenamiento de materiales químicos altamente reactivos e inflamables, y que son ignoradas deliberadamente por las patronales para ahorrar costos y aumentar su rentabilidad, poniendo en riesgo la vida de los trabajadores y de las personas que habitan en las cercanías de la planta.

Toda planta debe contar con comités obreros de seguridad e higiene, calificados según la especialidad e industria correspondiente, y con capacidad de detener la producción o el trabajo en determinada planta de existir cualquier riesgo. Los capitalistas son responsables de estos estragos, cuyas consecuencias dañinas aún no han sido mensuradas en su totalidad, sin descartar la afectación de medio ambiente y la población que habita en las cercanías.

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